UNA CHICA TRAVIESA
CAPÍTULO ALTERNATIVO: Un ángel caído Para todas las lectoras que quieren un poco de Noe y Nino. Porque no todo es en blanco y negro,
Zack Keller era esa clase de hombre que solo se podía catalogar como huracán, llegaba húmedo y caliente y arrasaba todo a su paso. A sus treinta y dos años era un magnate de la industria deportiva, con una de las mayores agencias de representación de América, sin embargo su perfecto mundo se vino abajo después de descubrir en un mismo día que su novia estaba embarazada y que había perdido a su bebé a propósito. Por desgracia, Zack ya le había dado la buena noticia a su padre enfermo, así que era algo de lo que no se podía retractar. Cuando debe volver a los Alpes Suizos para pasar la Navidad con su familia, su vida se convierte en una desesperada carrera contra el tiempo para encontrar una familia “de mentiras”. «Aviso urgente: Magnate renta familia para estas Navidades» Lo que Zack no imagina es que encontrará la ayuda en una de sus empleadas, una mujer que está pasando por el más duro momento de su vida y aún así se niega a renunciar a su pequeña bebé. Un viaje de Navidad. Un hombre herido. Una mujer desconfiada. Una princesa de cinco meses. ¿Cuánto se puede fingir el amor antes de que comience a ser real?
Sé que por mis libros quizás no lo parezca, pero me cuesta un poquito hablar sobre mí… pero bueno… aquí vamos.
Mi nombre completo es Daylis, la mitad de mis amigos me dicen Day y la otra mitad Lis. Realmente nunca he elegido cuál prefiero, ¡pero Daylis solo me dicen cuando me regañan!
Tengo 33 años y una beba hermosa de 2 años que es el amor de mi vida. Por suerte heredó la locura transitoria de su madre.
Nací, me crie y estudié en Cuba, Filología y Letras, hasta que me perdí por los caminos de la mar… derechito a México, y aquí me quedé.
Empecé a escribir a los siete años, poesía para niños, y he tenido la vocación más interrumpida de la historia. Todavía escribo libros para niños, pero en 2013 hice mi primera incursión en la narrativa para jóvenes y adultos.
¡FANTASÍA! Así, bien grande, con todas sus mayúsculas. Es mi género preferido, pero contradictoriamente, no es lo que más escribo. Le tengo mucho respeto al género, los libros de fantasía requieren mucha preparación y tiempo y me gusta ser exhaustiva. Espero que en algún momento pueda terminar todas las sagas que tengo en proyecto.
Romance. Es lo que más escribo, con sus trazos de erotismo, pero sin excesos. Me encanta el romance, los personajes fuertes, las protagonistas guerreras y el humor. ¡Adoro el humor! Si no puedo reírme con mis libros prefiero no escribirlos.
Literatura infantil. Estoy escribiendo todo lo que puedo para mi beba, veremos cuántos serán cuando pueda leer. ¡Ya se sabe las vocales, estoy ansiosa!
Mi color preferido es el azul oscuro, como el mar antes de una tormenta.
Soy tan mala en la cocina que doy pena, no me gusta cocinar, pero supongo que tendré que aprender porque mi hija parece que tendrá un paladar exquisito.
Me encantan los perros, pero amo a los animales en general; si tuviera espacio tendría peces, pájaros, conejos, serpientes y todo lo que se moviera.
Me gusta hacer viajes por carretera, pero hace dos años que no salgo de casa. Extraño el sol y el aire.
Mi literatura preferida no es de este siglo. Mi escritor favorito es Salgari. Mi libro favorito es El Conde de Montecristo, de Dumas. El libro Los Hermanos de Mowgli, de Kipling, siempre me hace llorar. Tengo una debilidad por los cuentos de Quiroga. La primera novela que me leí fue Colmillo Blanco, cuando tenía diez años. Y soy tan miedosa que no leo literatura de terror.
Supongo que hasta aquí llegamos… hay que mantener algo de misterio.
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